Colombia y su puñado cultural en la provincia: “Lo mejor de San Luis es su gente”
La familia Acosta vino a San Luis en 2007 y contaron a El Chorrillero porque eligieron los suelos puntanos para vivir.
Por Leonardo Kram
Geovanny Acosta recibió a El Chorrillero en su vivienda del barrio Juan Gilberto Funes a raíz de que, en unas horas, se disputará la final de la Copa América entre Colombia, país del que es oriundo, y Argentina, campeón vigente.
Este medio aprovechó la oportunidad para saber un poco más sobre la vida de la comunidad, que a pesar de venir tan lejos, disfruta de San Luis, su tranquilidad y su gente.
“Nosotros llegamos por Mendoza, después fuimos conociendo y nos hablaron muy bien de San Luis. La verdad es que nos ha ido muy bien, nos han tratado muy bien”, aseguró. Al momento de la nota era acompañado por su padre Carlos, su madre Luz Dary Restrepo y su sobrina Akemi Martínez.
También estaba uno de sus amigos y compatriotas Juan Felipe Largo y Elizabeth Tejeda, “mano derecha” de su mamá. El hombre tiene una hija en Mendoza, Bianca. También mencionó que el hilo familiar se extiende con sus sobrinos Danna y Steven Acosta.
A modo de recibimiento al equipo, doblaron y posaron la bandera tricolor en la mesa y sobre ella ubicaron una botella de ron, otra de gaseosa del país y de aguardiente. También de “Panela”, lo que ellos explicaron, es su equivalente al mate.
“Siempre hemos trabajado de forma independiente. Nosotros ahora estamos abocados netamente a lo que es carpintería y en el emprendimiento de comida. Tenemos una rosticería en la que vendemos comida colombiana todos los días”, contó.
Para los nacidos y criados en San Luis debe ser difícil verlo pero ¿qué ven de la provincia las familias colombianas? “Primero que todo su gente. Son personas muy amables, pujantes, trabajadoras. Y segundo, más allá de la situación que todos sabemos como la parte económica y de inseguridad, se vive muy tranquilo”, aseguró.
Y es que el hombre admitió que el flagelo del narcotráfico en tierras cafeteras trastornó a las familias. “Nos ha hecho famosos y particularmente a mí no me gusta que nos reconozcan por ese lado. Yo prefiero que nos reconozcan por el lado del café, del fútbol, de las mujeres lindas que también las hay acá”, señaló.
El acento colombiano, las banderas, las camisetas, son formas de mantener viva a Colombia en la familia, enumeró el hombre. Y otro punto vital es la comida. Mientras se los entrevistaba, se escuchaba de fondo el freír de unas empanadas típicas.
Su madre Luz Dary explicó el proceso de elaboración. La harina de maíz la hacen comprando los granos sin procesar y los pasan por una molienda que trajeron desde su país de origen. El relleno es de carne, cebolla y papa. Hubo un leve reproche ante la sugerencia del cronista de sí tenía sabor similar a la polenta. Sí se consigue pero no queda igual ni la empanada ni la arepa. “Es muy diferente el sabor de la arepa y la empanada al hacerla con maíz que con harina ya precocida como vienen en supermercados”, aseguró.
De sabor más suave por dentro y crocante por fuera, la empanada se muerde en un costado y se le coloca con una cucharita un preparado de ají.
“Seguimos manteniendo esa sazón de nosotros. Por ahí hace unos años costaba encontrar algunos productos para cocinar. Ahora no, es muy fácil encontrarlos en diferentes verdulerías y supermercados de la ciudad. Plátano, yuca, por ejemplo. Hay gente que está trayendo productos colombianos”, agregó su hijo.
“Tratamos de vivir todavía con ciertas costumbres de nosotros incorporando lo de acá, lo del puntano, lo del argentino, pero siempre mantenemos y le brindamos a los demás la sazón y las costumbres de nosotros”, concluyó con orgullo Acosta.
Invitación a la comunidad
Acosta invitó a compatriotas, puntanos y otras comunidades extranjeras a la celebración del Día de la Independencia de Colombia, que en la ciudad tendrá como lugar de festejo el Paseo del Padre, el próximo sábado 20 de julio, de 11 a 16. En colaboración con la Municipalidad de San Luis, habrá comidas típicas, cumbia y salsa para disfrutar con el pueblo del café.